El hierro es súper importante para tu salud. Es un mineral clave que ayuda a transportar oxígeno a tus células, lo que les permite generar energía y funcionar correctamente. Durante la menopausia, esa montaña rusa hormonal, los niveles de hierro también pueden volverse un poco locos.
En la etapa de transición hacia la menopausia, algunas mujeres descubren que tienen anemia, es decir, bajos niveles de hierro en la sangre. Si tienes menstruaciones muy abundantes o prolongadas, es algo que vale la pena investigar. Las mujeres con niveles bajos de hierro suelen sentirse agotadas, pero es un cansancio que no se va ni con mucho sueño. Pueden despertarse tan agotadas como cuando se acostaron, si es que logran dormir un poco, ya que la anemia también puede causar insomnio. Además, pueden experimentar piernas inquietas y calambres dolorosos, y mostrar síntomas como palidez, falta de aire, latidos cardíacos rápidos, dificultad para concentrarse y dolores de cabeza.
Dependiendo de qué tan bajo estén los niveles de hierro, es posible que se indique aumentar el consumo de alimentos ricos en hierro, como carnes rojas, mariscos y aves. También puedes encontrar pequeñas cantidades de hierro en nueces, frijoles y vegetales. En la mayoría de los casos, se necesita tomar suplementos de hierro. En casos más extremos, podría ser necesario recibir una transfusión de hierro. Antes de eso, también es importante verificar los niveles de cobre y ceruloplasmina, ya que son necesarios para absorber correctamente el hierro.
El cobre es esencial para la ceruloplasmina, que actúa como una “cuchara” que sostiene el hierro. Si no tienes suficiente ceruloplasmina, tu hierro no tiene dónde “sentarse” y no se absorberá adecuadamente. Recuerda que el cobre no es un suplemento que debas tomar por tu cuenta, ya que puede ser tóxico en dosis altas. Si tienes bajos niveles de hierro y cobre, un suplemento de cobre bajo supervisión médica podría marcar la diferencia. Otros nutrientes a considerar son la vitamina B12 y la vitamina C.
Mucho hierro tampoco es bueno
Ahora, hablemos del otro extremo de la transición menopáusica. En la etapa de posmenopausia, es más común que las mujeres tengan problemas de exceso de hierro en el cuerpo. Una vez que dejas de menstruar, ya no tienes la oportunidad de eliminar hierro a través del sangrado mensual. Con el tiempo, el hierro comienza a acumularse en tu organismo, y en un análisis de sangre, se refleja en niveles altos de ferritina, que es una forma de hierro almacenado. La ferritina tiende a acumularse en el hígado, lo que puede aumentar las enzimas hepáticas y afectar su funcionamiento óptimo. Además, el exceso de hierro puede oxidarse al igual que una puerta vieja y oxidada, lo que puede llevar a problemas como dolor en las articulaciones y osteoporosis.
La sobrecarga de hierro durante la menopausia: ¡un tema de equilibrio!
El hierro es esencial para nuestra salud, pero en la menopausia hay que cuidar su equilibrio.
Es importante tomar medidas si tienes niveles altos de hierro, ya que es probable que sigan aumentando con la edad.
Los altos niveles de hierro en el cuerpo, conocidos como sobrecarga de hierro, pueden manifestarse a través de varios síntomas. Aquí te menciono algunos de los signos comunes de altos niveles de hierro:
📌. Fatiga: Sentirse constantemente cansado y sin energía es uno de los síntomas más comunes de la sobrecarga de hierro.
📌. Dolor en las articulaciones: El exceso de hierro puede causar dolor e inflamación en las articulaciones, lo que puede dificultar el movimiento y causar molestias.
📌. Problemas de la piel: Algunas personas con altos niveles de hierro pueden experimentar cambios en la piel, como enrojecimiento, picazón, sequedad o incluso coloración grisácea.
📌. Problemas digestivos: El exceso de hierro puede afectar el sistema digestivo, causando síntomas como dolor abdominal, estreñimiento o diarrea.
📌. Pérdida de apetito: Algunas personas pueden experimentar una disminución en el apetito como resultado de la sobrecarga de hierro.
📌. Debilidad muscular: Los altos niveles de hierro pueden debilitar los músculos y provocar sensaciones de debilidad o falta de fuerza.
📌. Cambios en el color de las deposiciones: En casos severos de sobrecarga de hierro, las deposiciones pueden volverse de color oscuro o incluso negro.
Es importante destacar que estos síntomas pueden variar de una persona a otra, y no todas las personas con altos niveles de hierro experimentarán todos estos síntomas. Si sospechas que puedes tener altos niveles de hierro, es recomendable consultar a un médico para realizar pruebas y recibir un diagnóstico adecuado.
Aquí hay algunas recomendaciones:
ESTILO DE VIDA:
– Muévete: las mujeres que hacen ejercicio de manera regular suelen tener niveles más bajos de hierro almacenado que aquellas que no lo hacen.
– Ten cuidado con el tabaco: los fumadores tienden a tener niveles más altos de ferritina. Si estás tratando de dejar de fumar, ten en cuenta que los parches, aerosoles y chicles de nicotina también pueden aumentar la absorción de hierro. Además, el humo de segunda mano también puede ser un problema.
DIETA:
– Modifica tu dieta: evalúa la cantidad de alimentos ricos en hierro, como la carne roja, que consumes. No es necesario eliminarla por completo, pero trata de reducir su frecuencia. También existen combinaciones de alimentos que pueden aumentar o disminuir la absorción de hierro. Por ejemplo, tomar una bebida alcohólica junto con carne roja puede aumentar la absorción. Sin embargo, es importante recordar los efectos negativos del alcohol en el hígado, por lo que se recomienda reducir su consumo. Por otro lado, beber té (negro, verde, manzanilla) o café al mismo tiempo puede disminuir la absorción debido a los taninos y polifenoles presentes en estas bebidas.
– Asegúrate de consumir suficiente fibra: los alimentos ricos en fibra también pueden afectar la absorción de hierro.
– Evita utensilios de cocina de hierro: el hierro de los utensilios de cocina puede transferirse a los alimentos durante la cocción, aumentando así la cantidad de hierro que consumes.
SUPLEMENTOS:
– Revisa los suplementos que tomas: asegúrate de que tu multivitamínico no contenga hierro.
– Considera la vitamina C: la vitamina C puede aumentar la absorción de hierro, por lo que es importante evaluar si necesitas un suplemento adicional. La vitamina C obtenida de frutas y verduras no representa un problema y, de hecho, es beneficiosa debido a su contenido de fibra y antioxidantes que ayudan a proteger contra el daño causado por el exceso de hierro.
– Prueba con la cúrcuma: la cúrcuma es un suplemento clínicamente probado para reducir los niveles de ferritina. Actúa como un quelante de hierro, ayudando a disminuir su acumulación. La cúrcuma también es beneficiosa para la función hepática y tiene efectos antiinflamatorios, lo que puede aliviar los síntomas de las articulaciones. Además, estudios han demostrado que puede reducir los sofocos en las mujeres posmenopáusicas.
TRATAMIENTO MÉDICO:
– Considera la donación de sangre: donar sangre es una estrategia común para reducir los niveles de ferritina. Es una forma de ayudar a otras personas mientras mejoras tu propia salud. Sin embargo, asegúrate de tener suficiente hemoglobina y vitamina B12 para tolerar el procedimiento. Cada donación de sangre elimina aproximadamente 30-50 ng/ml de ferritina.
Recuerda que es importante consultar a tu médico antes de realizar cualquier cambio en tu dieta o tomar suplementos. Cada persona es diferente y necesita un enfoque individualizado para mantener el equilibrio adecuado de hierro durante la menopausia.
Solo un consejo, si le pides a tu médico una prueba de hierro, es posible que no incluya la ferritina en el análisis. La ferritina es la medida del hierro que tu cuerpo almacena. Asegúrate de confirmar que tu médico haya solicitado también la prueba de ferritina. Muchas mujeres descubren la sobrecarga de hierro por accidente, mientras investigan otras cosas.
El rango de valores de ferritina puede variar de un laboratorio a otro y de un país a otro. En promedio, el rango normal suele ser inferior a 150 ng/ml, pero lo ideal es buscar niveles óptimos, no solo los niveles comunes. Cualquier valor en el rango de tres dígitos puede ser preocupante.
La sobrecarga de hierro puede ser una condición hereditaria o adquirida. Solía ser motivo de preocupación más en las mujeres posmenopáusicas, ya que al dejar de menstruar, pierden la oportunidad de eliminar el exceso de hierro a través de la menstruación. Sin embargo, en estos días, se ven muchos casos en mujeres jóvenes y de mediana edad que toman anticonceptivos modernos que detienen completamente la menstruación.